Guerra contra las drogas, guerra contra las mujeres – PEV

Guerra contra las drogas, guerra contra las mujeres

Gustavo Fondevila, Profesor-investigador, División de Estudios Jurídicos

Ricardo Massa, Profesor-investigador, Laboratorio Nacional de Políticas Públicas

Rodrigo Meneses, Profesor-investigador, División de Estudios Jurídicos

Reseña del artículo: Fondevila, Gustavo, Ricardo Massa, and Rodrigo Meneses-Reyes. 2020. «War on Drugs, War on Women: Visualizing Female Homicide in Mexico.» Women & Criminal Justice 30(2): 147-154.

A nivel internacional, la implementación de políticas del tipo “Guerra contra las Drogas” generalmente se relaciona con la creación de nuevas clasificaciones legales (tipos delictivos) y procedimientos criminales (restricción de garantías de debido proceso) junto con un creciente uso de las instituciones legales contra los criminales vinculados a las drogas. La literatura reciente ha establecido que estas políticas tienen efectos diferenciados sobre la vida de ciertos grupos de la población cuando se analizan por raza, género, edad y / o condición social (Alexander, 2012; Mauer & King, 2007; Tonry & Lynch, 1996; Tonry, 2011; Jensen, Gerber y Mosher, 2004). Por ejemplo, las consecuencias de género son muy importantes, como Tonry y Lynch lo señalan abiertamente: “varias investigaciones han documentado la forma en que la reforma de leyes y políticas de drogas provocan aumentos vertiginosos de arrestos y sentencias a prisión de mujeres por delitos relacionados con las drogas, superando significativamente a los hombres en términos porcentuales de tasa de incremento” (2012: 175). Es decir, el aumento en los niveles de detención/sentencia de mujeres es mayor que el de los hombres.

 Las guerras contra las drogas no se componen únicamente de estrategias regulatorias y decisiones judiciales agresivas. También implican el despliegue de un mayor número de agentes armados del Estado a las calles, un mayor nivel de actividad e intervención de estas autoridades en la vida cotidiana de la población y a su vez, una respuesta más violenta de las organizaciones criminales involucradas en el mercado de las drogas. En la práctica, esto significa más muertes (homicidios). El análisis de las consecuencias diferenciadas que han tenido las guerras contra las drogas en la población es fundamental para contextualizar y comprender mejor la influencia que factores extralegales, como las características sociodemográficas, ejercen en la movilización de la violencia y en el castigo estatal.

En temas de género (relación entre la guerra contra las drogas y sus efectos sobre las mujeres), los estudios se han concentrado en la victimización de mujeres involucradas en delitos relacionados con las drogas, el comportamiento de victimización violenta masculina y femenina y la victimización femenina por homicidio. Sin embargo, al menos para el caso latinoamericano, los estudios sobre el efecto diferenciado de género que tiene la activación y movilización de la violencia letal en un contexto de lucha contra las drogas son escasos.

En el artículo «War on Drugs, War on Women: Visualizing Female Homicide in Mexico»  analizamos el comportamiento asimétrico de la victimización homicida entre hombres y mujeres que se desarrolló a partir del inicio de la “Guerra contra las Drogas” declarada en 2006 por el presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa. Este documento explora una variante de la dinámica consistente en el efecto que tiene el género en la activación y movilización de la violencia letal en un contexto de lucha contra las drogas. Partimos del supuesto de que las mujeres en México enfrentan una mayor vulnerabilidad a ser víctimas de violencia que los hombres, dada la estructura patriarcal de la sociedad (tanto ante agentes privados como estatales).

Esta idea se refiere no solo a la victimización femenina por homicidio derivada del enfrentamiento entre bandas criminales rivales, sino también a intervenciones policiales y militares. Este comportamiento cobra aún más sentido en países donde se está utilizando una creciente tendencia militar como abordaje de la “Guerra contra las Drogas”, junto con reformas legislativas encaminadas a restringir las garantías procesales y los derechos civiles.

Nuestros hallazgos parecen confirmar que, a partir de la declaración de la “Guerra contra las Drogas” en 2006, la población femenina comenzó a experimentar niveles crecientes de victimización homicida, particularmente por arma de fuego. Los datos presentados indican que esta vulnerabilidad de la población femenina se agudizó durante el período 2007-2010 y que, proporcionalmente, el número de mujeres asesinadas con arma de fuego aumentó en mayor medida que en el caso de los hombres.

Figura 1. Conteo mensual de homicidios por arma de fuego 1998-2016


Fuente: Elaboración propia con datos de la Secretaría de Salud (2019)

La Figura 1 muestra un comportamiento similar en los casos de homicidio violento para hombres y mujeres. Incluso cuando la distancia entre el número de casos es un factor de 10 homicidios violentos masculinos reportados por 1 homicidio violento femenino reportado, la tendencia general parece ser la misma. Sin embargo, para el período comprendido entre enero de 2007 y octubre de 2010, existe una mayor brecha entre los homicidios violentos con arma de fuego en los que la víctima era un hombre y aquellos en los que la víctima era una mujer. Este tipo de homicidio pasó de 275 casos a 1.643 en hombres (498%) y de 19 a 155 en mujeres (716%).

Figura 2. Conteo mensual de homicidios como proporción del total de casos registrados de muerte por homicidio en México 1998-2016.

Fuente: Elaboración propia con datos de la Secretaría de Salud (2019)

En la Figura 2 se aprecia un incremento en el número de homicidios para ambos casos en el período 2007-2012, con valores máximos en junio-octubre de 2010. Es interesante observar que, para el caso de los hombres, este tipo de homicidio representa aproximadamente el 55% de los casos antes de 2006. A partir de este momento, representa aproximadamente el 65% de los casos. En el caso de las mujeres, ese promedio creció en mayor proporción, partiendo de alrededor del 30% de los casos y luego saltando al 45% de ellos, alcanzando su punto más alto en octubre de 2010, cuando representó el 60% de los homicidios femeninos.

En conjunto, nuestra investigación muestra los efectos diferenciados de género que tiene la “Guerra contra las Drogas” en México, caracterizada por una persecución cada vez más dura y violenta de los delitos relacionados con el ciclo de producción, tráfico, venta, posesión y consumo de sustancias ilícitas. Documentar tales efectos también permite desmentir la imagen prototípica de la víctima letal de la guerra –hombres jóvenes de escasos recursos y baja escolaridad– y subrayar la creciente y, hasta ahora, invisible exposición que experimenta la población femenina frente a un Estado y una sociedad típicamente patriarcales. En este sentido, el presente trabajo contribuye a visualizar la presencia de efectos diferenciados por género de la “Guerra contra las Drogas” en México.