Analizan legitimidad y transparencia de las OSC’s en México, ¿Son actores neutrales o interesados?
Jueves, Ene. 28, 2021
 
Analizan legitimidad y transparencia de las OSC’s en México, ¿Son actores neutrales o interesados?

 

Ciudad de México, 28 de enero del 2021.  Las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) son parte de la vida democrática de México, se han convertido en una alternativa para que los ciudadanos luchen por los objetivos que consideren prioritarios y que beneficiar a determinados sectores de la población; sin embargo, ¿la población debería conocer las reglas de operación y de donde provienen sus financiamientos? Para indagar en el tema la Dra. Ana Díaz Aldret y el Dr. David Arellano, Profesores Investigadores Titulares de la División de Administración Pública (DAP) del CIDE, junto a Elena Titova, Maestra en Administración y Políticas Públicas del CIDE, realizaron el artículo “Legitimidad y transparencia de las organizaciones de la sociedad civil en México. ¿Actores neutrales o interesados?”.

“Se trata de explorar cómo han avanzado las agendas democráticas, como lo es la transparencia y rendición de cuentas, en actores no específicamente políticos o gubernamentales, y también qué está pasando con la sociedad civil”, comentó la Dra. Ana Díaz.

El objetivo de la investigación fue analizar la transparencia con que las organizaciones reportan sus fuentes de financiamiento, así como sus dinámicas de operación e intereses; además de la relación que mantienen con el gobierno y sus miembros.

“Las OSC son organizaciones que tienen intereses. Pueden ser considerados legítimos socialmente, pero para que ello suceda deben ser explicados transparentemente a la sociedad. Se debe saber de dónde vienen los fondos, quiénes y qué personas los reciben y otorgan. Esta investigación trata de medir y entender el grado de transparencia de las OSC en México, cómo hacen claros sus fondos y qué intereses sociales y particulares defienden en sus agendas”, explicó el Dr. David Arellano.

En el artículo se destaca una revisión de la literatura sobre las OSC, enfocándose sobre todo en las características normativas y culturales de las OSC norteamericanas, ya que se argumenta en el texto que hay que tener como referente un caso paradigmático, donde las organizaciones son consideradas actores políticos con intereses.

“Las sociedades contemporáneas son plurales y diversas, los gobiernos no son el único actor público que existe en una sociedad compleja y dinámica. Es importante para cualquier sociedad entender cómo grupos de interés como las OSC tratan de resolver problemas públicos y es fundamental saber que lo hacen de manera transparente”, comentó el Dr. Arellano sobre la importancia de las OSC actualmente.

 

Panorama de las OSC en México

Para el análisis se tomó una muestra aleatoria de 200 organizaciones mexicanas a partir de dos bases de datos: el Directorio de Inscripción al Registro Federal de Organizaciones de la Sociedad Civil (a cargo del Instituto Nacional de Desarrollo Social) y  del Directorio Nacional de Organizaciones de la Sociedad Civil, que se encuentra a cargo de la Secretaría de Gobernación.

Posteriormente, las OSC fueron divididas en dos categorías: las asociaciones de auto beneficio ꟷcomo cooperativas, cámaras empresariales, colegios de profesionistas y sindicatosꟷ y las de servicios a terceros ꟷentre ellos fundaciones e instituciones al servicio de la sociedadꟷ. Se tomaron 100 de cada tipo para el análisis y se procedió a recabar toda la información disponible sobre ellas.

Las principales fuentes de consulta fueron los sitios webs, notas en medios de comunicación, datos registrados en sistemas de información del gobierno y redes sociales como Twitter y Facebook. Para conocer las fuentes de financiamiento, se consultó el Registro de Organizaciones de la Sociedad Civil de 2014 a 2017.

La dinámica las organizaciones de servicios a terceros prestan servicios de promoción del bienestar a grupos locales rurales o urbanos. Son instituciones intermediarias que crean vínculos entre los beneficiarios y el gobierno.

Por su parte, las asociaciones de autoservicio o membresía representan desde el inicio los intereses de sus miembros y responden a sus mecanismos de rendición de cuentas y la elección de sus dirigentes, entre otras decisiones importantes.

Después del análisis de la información recabada, se encontró que la mayoría de las organizaciones de servicios a terceros está registrada como una asociación civil, 57 de 100 no mencionan el origen su financiamiento y las otras 43 dan datos poco específicos al respecto.

Por su parte, en las organizaciones de membresía, 35 de ellas no pudieron confirmar el tipo de actividad a la que se dedican a partir de la información disponible; además, la mitad de las organizaciones analizadas no proporcionan datos sobre el financiamiento.

“Una minoría de las OSC hace transparente y claro de dónde vienen los fondos, sus objetivos e intereses, lo cual habla de un hueco importante en la sociedad mexicana, donde las organizaciones deben adquirir un compromiso mucho más fuerte con la sociedad en general y transparentar los intereses que defienden, así como lo recursos que usan”, concluyó el Dr. Arellano.

El tema de las OSC y sus dinámicas de transparencia se ha trabajado de manera escasa. Los autores de este artículo piensan que en el caso mexicano hay un elemento muy importante que debe entenderse y desecharse: se trata de la idea que de las OSC defienden intereses generales por definición y origen.

 “Debe haber claridad de cómo los intereses particulares están tratando de influir en el desarrollo de lo público. En México debemos entender que defender un objetivo no es malo, la clave es que la credibilidad está en la transparencia sobre sus recursos y quiénes los apoyan. Esto ayuda a ser más creíble, lo que implica un cambio cultural”, explicó el Dr. Arellano.

Al respecto, la Dra. Díaz señaló que a partir de esta investigación se abre la posibilidad de hacer una agenda mucho más sistemática de qué está pasando con la sociedad civil y cuál es el papel que están jugando las organizaciones.

David Arellano es Doctor en Administración Pública por la Universidad de Colorado, en Denver. Se especializó en la variable organizacional en la administración y políticas públicas. Sus líneas de investigación han sido transparencia, corrupción, innovación e implementación de políticas públicas.

Ana Díaz Aldret es Doctora en Ciencias Sociales, con especialidad en Sociología por la Universidad de Guadalajara. Cuenta con 22 años de experiencia como profesora e investigadora en las áreas de Administración Pública y Ciencias Políticas en instituciones como el CIDE y al Universidad Autónoma de Querétaro y es miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel II.

Puedes leer el artículo Legitimidad y transparencia de las organizaciones de la sociedad civil en México. ¿Actores neutrales o interesados? aquí.

Si tienes interés de contactar a los autores para notas periodísticas puedes mandar un correo a comunicacion@cide.edu

 



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